Nací en 1977 en Fano. Vivo en la región de Marche, en la provincia de Pesaro Urbino.

Soy facilitadora del método The Self-Portrait Experience creado por Cristina Núñez porque seguí un deseo.

Durante más de 10 años siempre he usado la fotografía en mi trabajo. Empecé por enmarcarla, pero luego pasé a la fotografía industrial con una cámara de vista, fotografía de naturaleza, fotografía de escena, fotografía publicitaria y finalmente reportaje de boda.

Al mismo tiempo, por mi aptitud personal, desarrollé y profundicé en las experiencias relacionales participando, como miembra voluntaria de una asociación sin fines de lucro, en numerosas reuniones educativas destinadas a alentar a los adultos a reflexionar sobre su identidad personal, la responsabilidad educativa y a confrontar las cuestiones que el presente plantea.

Cuando la fotografía dejó de ser mi principal trabajo, sentí la necesidad de seguir expresándome a través de la imagen, esta vez inevitablemente ligada a mi profundo interés por el ser humano.

A finales de 2013 conocí a Cristina Núñez. Con ella experimenté el método en todas sus partes participando en sus talleres hasta que me formé como facilitadora en noviembre de 2019.

Durante las prácticas presenté, en mi territorio, mi primer taller introductorio a un pequeño grupo de personas que tenían curiosidad por conocer el método, luego un taller introductorio a una escuela de teatro como estímulo propedéutico a la actividad teatral y varias sesiones individuales.

Tuve la oportunidad de participar como facilitadora, junto con Cristina Núñez, en un taller completo online en enero, un taller introductorio en marzo y un segundo taller completo online en abril de 2020 (a mediados del período del confinamiento por el Corona Virus).

En todos estos años el método se ha convertido en parte de mi vida y me ha permitido seguir contando mi historia cíclicamente recogiendo recuerdos, a través de fotos y vídeos, incluso en los períodos más difíciles. El camino de la conciencia nunca es sencillo, a menudo es doloroso y desorientador pero gracias al método toda experiencia de desconcierto se vuelve valiosa y el poder observarse a sí mismo nos permite reconocernos en toda nuestra humanidad y multiplicidad contribuyendo a nuestra propia evolución.

Este proceso creativo, además, me ha llevado a experimentar con mi voz. Comencé a transformar mis emociones en sonidos, sílabas, canciones y cuanto más experimento más profundo voy. Incluso la voz contiene un enorme potencial expresivo capaz de contribuir en su propio camino de conciencia.

Lo que soy hoy se lo debo a todas las experiencias que he tenido y que están unidas por un solo hilo, la necesidad de emocionarme. La curiosidad, la empatía y el cuidado me permiten un encuentro especial con la gente y perseguir en mi deseo, el de llegar a los «buscadores», aquellos que quieren emprender un camino de auto-investigación, acompañándoles en la experiencia del método y de su experimentación.

Trabajo exclusivamente en italiano.